jueves, 25 de febrero de 2010

ESTAMOS ANTE UNA SEMANA DURA... TENEMOS QUE SEGUIR LUCHANDO POR LA VIDA, SOBRE TODO, POR LA DEL MÁS INDEFENSO: NO NACIDO, POBRE Y EXPLOTADO, ANCIANO...


OS PONGO A GRANDES RASGOS TODO LO QUE HA OCURRIDO CON LA FAMOSA LEY DEL ABORTO, ASÍ COMO LA INICIATIVA DEL ACTUAL GOBIERNO. VED EL VIDEO DEL FINAL...

El Consejo de Ministros aprobó este jueves el anteproyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y Salud Sexual y Reproductiva, que contempla el aborto libre hasta la semana 14 y hasta la 22 en caso de riesgo de la vida o salud de la mujer o graves anomalías en el feto. Pasado este tiempo, "sólo se podría abortar en caso de problemas del feto que sean incompatibles con la vida".¿Y en el caso de riesgo para la vida de la madre? "En ese caso se hablaría de parto inducido, no de aborto..."

Según Aído, trata de dar coherencia al marco jurídico y evitar intervenciones clandestinasAsí, se podrá interrumpir voluntariamente el embarazo sin alegar un porqué dentro de las primeras 14 semanas de gestación -como recomendó al ministerio el pasado mes de marzo el Comité de Expertos- y permitir a las mujeres de 16 y 17 años tomar esa decisión sin que se vean obligadas a contárselo a sus padres. Esto, según la ministra de Igualdad Bibiana Aído, trata de dar coherencia al marco jurídico y evitar intervenciones clandestinas.

Por otro lado, la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) será una prestación pública y gratuita, y el Estado velará por su cumplimiento en todas las Comunidades Autónomas a través de la Alta Inspección Sanitaria.





La información, en un sobre cerrado



Este mismo jueves se ha sabido que cualquier mujer que decida abortar recibirá un sobre cerrado con información sanitaria y social con sus derechos y ayudas por si prefiere continuar con la gestación. Dentro también habrá folletos con los pros y contras de abortar, así como los centro donde puede hacerlo.



Recibirán folletos con los pros y contras de abortarLas mujeres tendrán al menos tres días para reflexionar antes de decidir si siguen adelante con la interrupción del embarazo, es decir, ninguna mujer podrá hacerlo a las 48 horas. "Garantiza a las mujeres la posibilidad de tomar una decisión libre e informada sobre la interrupción del embarazo dentro de las primeras 14 semanas", agregó Aído.





¿Cuáles son los pasos hasta que se apruebe la ley definitivamente?



Igualdad espera que la nueva ley esté aprobada en seis meses, aproximadamente.El anteproyecto debe pasar ahora por el Consejo Fiscal y el Consejo General del Poder Judicial. Luego volverá al Consejo de Ministros con el fin de poder introducir modificaciones antes de iniciar su trámite parlamentario: Congreso y Senado. El ministerio de Igualdad espera que la nueva ley esté aprobada "a finales de este año 2009 o principios de 2010". Es decir, dentro de aproximadamente seis meses.





Con la ley actual, ¿se puede interrumpir el embarazo?





En España, actualmente es legal interrumpir voluntariamente el embarazo en el caso de los siguientes supuestos y plazos:
Si hay grave peligro para la vida o salud física o psíquica de la embarazada (para lo que no hay límite de semanas de gestación).

En caso de embarazo consumado en una violación de la que exista denuncia policial (hasta las 12 semanas).

El tercer supuesto es la presencia de "graves taras físicas o psíquicas para el feto", es decir, anomalías fetales incompatibles con la vida, alteraciones cromosómicas o defectos mayores del desarrollo del feto que comprometan su vida como persona sana. A este supuesto se lo denomina aborto eugenésico (hasta la semana 22).


Comparativa: las principales diferencias



Ley del aborto actual (1985)

Reforma de la ley (2009)

- Ley de indicaciones: 1985

Constituye un delito despenalizado en tres supuestos: si el embarazo es fruto de una violación -se permite en las 12 primeras semanas de gestación-, si el feto presenta graves taras físicas o psíquicas -el plazo es de 22 semanas- o si hay peligro para la vida de la madre o para su salud física o psíquica -en este supuesto no hay tiempo máximo-.

- Ley de plazos: 2009


El aborto será libre hasta las 14 semanas. Hasta las 22 semanas si hay grave riesgo para la vida o salud de la mujer o graves anomalías en el feto -si se descubren anomalías incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave e incurable no hay límite. En este caso, un comité médico dictaminará su pertinencia.


- Sanidad 1985

Menos del 3% de los abortos se practican en centros públicos. Algunas comunidades, financian estos servicios en otros centros.

- Sanidad 2009

La sanidad pública sí garantizará la práctica del aborto o, al menos, lo financiará en centros privados concertados.





- Penalizaciones 1985

Un aborto fuera de la ley podría enviar a la cárcel al médico -de 1 a 3 años- así como quedar inhabilitado entre uno y seis años. Para la mujer, podría haber pena de prisión, de seis meses a un año, o una multa.

- Penalizaciones 2009

Desaparece la pena de cárcel para la mujer que aborte fuera de los casos permitidos. Se prevén multas que dependerán de las circunstancias. Para el médico, cárcel de uno a tres años e inhabilitación de uno a seis.



VALORACIÓN Y JUICIO EVANGELICO


ME REMITO AL APARTADO DE ESTE BLOG: "PLAZA PUBLICA", TEMAS QUE NOS INTERESAN.



miércoles, 24 de febrero de 2010

ORACIÓN POR UN BEBÉ ABORTADO

GRACIAS, MACU, POR TU APORTACIÓN AL BLOG. A MÍ ME IMPRESIONA ESTA ORACIÓN. ESTE BLOG ES PRO-VIDA, SOY CRISTIANO Y EL CRISTIANO, ESTÁ EN LA DEFENSA DE TODO EL HOMBRE Y DE TODO HOMBRE;  SOBRE TODO AQUEL QUE NO PUEDE DEFENDERSE POR SÍ MISMO. LA VIDA ES DE DIOS, NOSOTROS DEBEMOS CUIDARLA, PROMOCIONARLA, PROTEGERLA EN SU DIGNIDAD...


martes, 23 de febrero de 2010

OS INVITO A REZAR TODOS LOS DÍAS ESTA SENCILLA ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN AL SEÑOR, NUESTRO BUEN PASTOR. ¡¡SOMOS SUYOS, SU PUEBLO Y OVEJAS DE SU REBAÑO!!








Jesús, Buen Pastor, queremos seguir tus pasos.

Danos tu Espíritu, para aprender a vivir en la misericordia.

Ayúdanos a descubrir la gratuidad de tu amor,

entrega generosa, don de vida que se regala.

Danos tu Espíritu, Jesús, Buen Pastor,

para perseverar en nuestra búsqueda,

para seguir en camino,

para animarnos a la esperanza activa

de hacer un Reino de paz

y de bondad para todos.

Danos tu Espíritu, Jesús,

para seguirte, para imitar tu entrega,

para hacer el bien en nuestros días,

en el camino de cada uno,

para vivir en la bondad,

caminando hacia el Reino.
 
 
SEÑOR, NOS CONSAGRAMOS A TU AMOR;
QUE ÉL SEA MAS FUERTE QUE NUESTRO PECADO
Y QUE NUESTRA MUERTE.
EN TU MISERICORDIA CONFIAMOS.
 
AMEN.

lunes, 22 de febrero de 2010

OS INVITO A ENTRAR EN EL APARTADO DE EL DESIERTO... ENCONTRARÉIS MATERIAL ACERCA DE QUÉ ES LA ORACIÓN Y QUÉ ES ORAR

ADEMÁS OS OFREZCO DOS VIDEOS PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL O COMUNITARIA





 

UN VIDEO PARA LOS PEQUES: EVANGELIO DE LA OVEJA PERDIDA

A MI ME ENTERNECE TANTO LA HISTORIA DEL EVANGELIO COMO LA FORMA EN QUE ESTÁ CONTADA Y REPRESENTADA EN ESTE VIDEO. REVIVID CON CORAZON DE NIÑO ESTA PARÁBOLA... DEJAOS ESPONJAR POR EL VIDEO... PODÉIS PONERSELO A VUESTROS PEQUES...

HOMILIA SOBRE EL MISTERIO DE CRISTO COMO BUEN PASTOR DE SAN GREGORIO MAGNO





De las homilías de san Gregorio Magno, papa, sobre los evangelios (Homilía 14, 3-6: PL 76,1129-1130)






Yo soy el buen Pastor, que conozco a mis ovejas, es decir, que las amo, y las mías me conocen. Habla, pues como si quisiera dar a entender a las claras: «Los que me aman vienen tras de mí». Pues el que no ama la verdad es que no la ha conocido todavía.



Acabáis de escuchar, queridos hermanos, el riesgo que corren los pastores; calibrad también, en las palabras del Señor, el que corréis también vosotros. Mirad si sois; en verdad, sus ovejas, si le conocéis, si habéis alcanzado la luz de su verdad. Si le conocéis, digo, no sólo por la fe sino también por el amor; no sólo por la credulidad, sino también por las obras. Porque el mismo Juan Evangelista que nos dice lo que acabamos de oír, añade también Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso.



Por ello dice también el Señor en el texto que comentamos: Igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre yo doy mi vida por las ovejas. Como si dijera claramente «La prueba de que conozco al Padre y el Padre me conoce a mí está en que entrego mi vida por mis ovejas; es decir: en la caridad con que muero por mis ovejas, pongo de manifiesto mi amor por el Padre.»



Y de nuevo vuelve a referirse a sus ovejas, diciendo: Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna. Y un poco antes había dicho: Quien entre por mi se salvar, y podrá entrar y salir, y encontrar pastos. O sea, tendrá acceso a la fe, y pasará luego de la fe a la visión, de la credulidad a la contemplación, y encontrar pastos en el eterno descanso.



Sus ovejas encuentran pastos, porque quienquiera que siga al Señor con corazón sencillo se nutrirá con un alimento de eterno verdor. ¿Cuáles son, en efecto, los pastos de estas ovejas, sino los gozos eternos de un paraíso inmarchitable? Los pastos de los elegidos son la visión del rostro de Dios, con cuya plena contemplación la mente se sacia eternamente.



Busquemos, por tanto, hermanos queridísimos, estos pastos, en los que podremos disfrutar en compañía de tan gran asamblea de santos. El mismo aire festivo de los que ya se alegran allí nos invita. Levantemos, por tanto, nuestros ánimos, hermanos; vuelva a enfervorizarse nuestra fe, ardan nuestros anhelos por las cosas del cielo, porque amar de esta forma ya es ponerse en camino.



Que ninguna adversidad pueda alejarnos del júbilo de la solemnidad interior, puesto que, cuando alguien desea de verdad ir a un lugar, las asperezas del camino, cualesquiera que sean, no pueden impedírselo.



Que tampoco ninguna prosperidad, por sugestiva que sea, nos seduzca, pues no deja de ser estúpido el caminante que, ante el espectáculo de una campiña atractiva en medio de su viaje, se olvida de la meta a la que se dirigía.

domingo, 21 de febrero de 2010

"BUCEA" EN ESTE VIDEO, Y MIRA LA CARTA DE AMOR QUE DIOS TE ENVIA EN ESTE DÍA

UN VIDEO CON MORALEJA: AQUÍ SE REPRESENTA LO QUE DIOS HIZO CON NOSOTROS

DAMOS A MARCOS LAS GRACIAS POR HABERNOS ENVIADO ESTE ENLACE, QUE SIN DUDA SERVIRÁ DE AYUDA ESPIRITUAL Y DE REFLEXION A TODOS LOS QUE COMPONEMOS LA GRAN FAMILIA DEL BUEN PASTOR.


TODOS POR LA VIDA DIGNA DEL NO-NACIDO PERO YA CONCEBIDO EN LA MENTE DE DIOS Y EN EL VIENTRE MATERNO

En estos días en que tratamos de comenzar a andar otros caminos como cristianos y como personas, seres humanos que poblamos esta tierra, creo que es bueno dar nuestro apoyo a la lucha por el DERECHO A VIVIR que tenemos todos. Aún podemos cambiar las leyes, aún podemos pedirle a los que deben estampar su firma que no lo hagan. Aún podemos luchar para que sean escuchados los que no pueden hablar.

Os invito a entrar en el apartado de PLAZA PÚBLICA: TEMAS QUE NOS INTERESAN. Allí encontraréis cien cuestiones con sus respectivas respuestas acerca del aborto.


sábado, 20 de febrero de 2010

TODO ES PARTE DEL PROPÓSITO DE DIOS Y TODO SALDRÁ BIEN. PON TU CONFIANZA EN SU AMOR DE PADRE.

HAY MUCHA GENTE QUE LO ESTÁ PASANDO MAL EN ESTOS MOMENTOS POR LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO O POR UNA ENFERMEDAD PERSONAL. ESTE VIDEO VA DEDICADO A ELLOS. GUARDAD EN EL CORAZON SIEMPRE QUE TODO ESTÁ EN EL PROYECTO DE DIOS. EL NOS HA CREADO POR AMOR Y PARA VIVIR EN PLENITUD. SU ÚLTIMA PALABRA SERÁ DE VIDA. VIVAMOS DESDE LA FE, LA ESPERANZA Y LA CARIDAD. IMPLORÉMOSLAS CADA DÍA AL SEÑOR.



EL PAN COTIDIANO DE LA PALABRA DE DIOS: 1º DOMINGO DE CUARESMA




 
Domingo 1º de Cuaresma
"No sólo de pan vive el hombre"
 Lc 4, 1-13



PERDER O GANAR



Era tentado por el demonio



En la vida no todo es crecer, avanzar o ganar. Hay muchos momentos en que la persona puede conocer la crisis sicológica, la enfermedad física o el oscurecimiento de la luz. Algo se rompe entonces en nosotros. Comenzamos a experimentar la vida como pérdida, límite o disminución. Ya no estamos tan seguros de nada. Ya no hay alegría en nuestro corazón. No somos los mismos. Podemos entonces rebelarnos y vivir ese momento como algo totalmente negativo que nos hace daño y mutila nuestro ser.



Pero lo podemos vivir de otra manera, como un desprendimiento o una pérdida que nos llevará a asentar nuestra vida sobre bases más firmes. Jesús hablaría de una poda necesaria para dar más fruto.



Si sabemos recorrer un itinerario humilde y confiado, «perder» nos puede conducir a «ganar». Hemos de empezar por aceptar nuestra situación. No es bueno negar lo que nos está pasando, ni disimularlo ante nosotros mismos y ante los demás. Es mejor reconocer nuestra limitación y fragilidad. Ese ser frágil e inseguro, poco acostumbrado a sufrir, también soy yo.



La crisis nos obliga a preguntarnos por nuestras raíces: ¿cuál es la verdad última que nos motiva e inspira?, ¿dónde se apoya realmente nuestra vida? Hay una verdad rutinaria que nos mantiene en el día a día, pero hay una verdad más honda que, tal vez, sólo emerge en nosotros en momentos de crisis y debilidad. El creyente vive este proceso como una experiencia de salvación. Ahí está Dios sanando nuestro ser. Y el mejor signo de su presencia salvadora es esa alegría interior humilde que poco a poco se puede ir despertando en nosotros. Una alegría que nace del centro de la persona cuando se abre a la luz de Dios.



Tal vez estas experiencias nos pueden ayudar a entender ese lenguaje difícil de Jesús que, en contra de toda lógica de apropiación y seguridad, propone la desapropiación y la pérdida como camino hacia una vida más plena: «El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece en este mundo, se guarda para la vida eterna».



El relato evangélico nos presenta a Jesús como el hombre que, en el momento de la tentación o la crisis, sabe «perder» para «ganar» la vida.





TENTACIONES:  Lucas 4, 1 – 13



Los cristianos de la primera generación se interesaron muy pronto por las «tentaciones» de Jesús. No querían olvidar el tipo de conflictos y luchas que tuvo que superar para mantenerse fiel a Dios. Les ayudaba a no desviarse de su única tarea: construir un mundo más humano siguiendo los pasos de Jesús.



El relato es sobrecogedor. En el «desierto» se puede escuchar la voz de Dios, pero se puede sentir también la atracción de fuerzas oscuras que nos alejan de él. El «diablo» tienta a Jesús empleando la Palabra de Dios y apoyándose en salmos que se rezan en Israel. Hasta en el interior de la religión se puede esconder la tentación de distanciarnos de Dios.



En la primera tentación, Jesús se resiste a utilizar a Dios para «convertir» las piedras en pan. Lo primero que necesita una persona es comer, pero «no sólo de pan vive el hombre». El anhelo del ser humano no se apaga alimentando su cuerpo. Necesita mucho más.



Precisamente, para liberar de la miseria, del hambre y de la muerte a quienes no tienen pan, hemos de despertar el hambre de justicia y de amor en nuestro mundo deshumanizado de los satisfechos.



La segunda escena es impresionante. Jesús está mirando el mundo desde una montaña alta. A sus pies se le presentan «todos los reinos» con sus conflictos, guerras e injusticias. Ahí quiere él introducir el reino de la paz y la justicia de Dios. El diablo, por el contrario, le ofrece «el poder y la gloria» si se le somete.



La reacción de Jesús es inmediata: «Al Señor tu Dios adorarás». El mundo no se humaniza con la fuerza del poder. No es posible imponer el poder sobre los demás sin servir al diablo. Quienes siguen a Jesús buscando gloria y poder viven «arrodillados» ante el diablo. No adoran al verdadero Dios.



Por último, en lo alto del templo, el diablo le sugiere buscar en Dios seguridad. Podrá vivir tranquilo, «sostenido por sus manos» y caminar sin tropiezos ni riesgos de ningún tipo. Jesús reacciona: «No tentarás al Señor tu Dios».



Es diabólico organizar la religión como un sistema de creencias y prácticas que dan seguridad. No se construye un mundo más humano refugiándose cada uno en su propia religión. Es necesario asumir a veces compromisos arriesgados, confiando en Dios como Jesús.





¿VIDA HUMANA O SIMPLE BIENESTAR?



El hombre actual ansía vivir cada vez más, cada vez mejor, cada vez más intensamente. Pero, ¿vivir qué?, ¿vivir para qué? Se dice que estamos mejor equipados que nunca para vivir una vida sana y de mejor calidad. Pero, ¿qué es un hombre sano? ¿Qué es una vida de calidad humana?



Hemos hecho la vida más larga, más cómoda y placentera, pero, ¿no la hemos hecho también más vacía, superficial y absurda? ¿Es éste el camino para satisfacer la necesidad profunda de vida que se encierra en el ser humano?



Hay además un hecho cultural sobre el que parece existir una conspiración de silencio y es que cada vez se medita menos sobre el sentido último de la vida. Desconectada de toda relación con el Creador, privada de destino trascendente, la vida del hombre contemporáneo se está convirtiendo en un episodio irrelevante que hay que llenar de bienestar y de experiencias placenteras.



Sin embargo, ¿es verdadero progreso entender y vivir la vida de manera tan rudimentaria y tan pobre de contenido, de horizonte y de sentido como lo hacen hoy no pocos hombres y mujeres?



Por otra parte, para muchos, «bueno» es lo que produce bienestar, y «malo» lo que causa malestar. Pero el concepto de bienestar es ambiguo y no coincide necesariamente con la verdadera realización del ser humano.



Un joven puede tomar alcohol o droga para sentir «bienestar», pero, evidentemente, su actuación no es sana. Una persona puede sentirse bien en medio de una sociedad injusta, ocupándose exclusivamente de su bienestar y olvidando el sufrimiento de los más débiles y marginados, pero difícilmente podrá decirse que es sana esa insensibilidad.



Por eso, no es superfluo preguntarse qué bienestar buscamos, qué contenido le damos a nuestro deseo de calidad de vida y en qué hacemos consistir el progreso del ser humano.



Estas palabras de Jesús también necesitamos escucharlas hoy: «No sólo de pan vive el hombre.»



La verdadera calidad de vida no debe ser confundida con el «índice de renta nacional», el desarrollo industrial o el crecimiento del consumo. No es bueno todo lo que aumenta el bienestar material, ni malo lo contrario. Es bueno aquello que le ayuda al hombre a crecer como persona en todas sus dimensiones.



Calidad de vida, ¿para quién?



¿Calidad de vida para todos, o sólo para mí y los míos?



¿Calidad de vida para los parados, o bienestar exclusivo para los instalados?



¿Calidad de vida sólo para los europeos o para todos los hombres?







viernes, 19 de febrero de 2010

HAITÍ, DIOS, EL MAL...

Haití, Dios, el mal…
 y de nuevo el dilema de Epicuro






“El concepto de un mundo sin mal es tan contradictorio como un círculo-cuadrado”. El teólogo Andrés Torres Queiruga explica a Dios después del terremoto. La catástrofe ha sido terrible: como un mazazo en la conciencia del mundo, ya castigado por la crisis económica. Por fortuna, la reacción ha sido casi sorprendentemente buena. Se ha producido una especie de salto cualitativo en la solidaridad mundial, tanto en los individuos como sobre todo en los estados que, como nunca antes, comprendieron la necesidad, en estricta de justicia, de unirse para reconstruir un país destrozado y, antes, esquilmado (¿lo cumplirán?).



También la teología, en la casi totalidad de los artículos publicados, supo apuntar a algo fundamental: no remitir el problema a Dios centrándose en la catástrofe natural, sino insistir en nuestra responsabilidad humana, en el hecho de que, por nuestra culpa, los males causados hayan afectado ante todo y sobre todo a los pobres. Ellos han sufrido y sufren mayoritariamente las peores y más dolorosas consecuencias.

Lo que se espera no es, pues, el puro lamento o la simple compasión, sino la ayuda efectiva y la presión política.

Como es natural, personalmente también sentí deseos de escribir algo, pues al problema del mal he dedicado una parte importante de mi reflexión y un buen puñado de trabajos. Por fortuna, el hecho de estar acabando un libro al respecto, y sobre todo la reacción tan positiva que se percibía por todas partes hicieron que me conformase con ver y saborear el claro avance que se ha producido en las reacciones. A pesar de todo, no me abandonaba mi vieja sospecha de que algo faltaba.

Todo eso es verdad, pero el terremoto no lo hemos producido nosotros, y sin él el problema habría desaparecido de raíz: ¿por qué Dios no lo ha evitado? Latet anguis in herba, pensaba, “la víbora sigue oculta entre la hierba”.



“Misterio”, acaban respondiendo en general los artículos. Pero ¿misterio por qué? ¿Misterio real o contradicción producida por nuestras ideas y presupuestos? Miles de hombres y mujeres estuvieron en Haití, renunciando al sueño y exponiendo la vida por ayudar a las víctimas. Si en su mano estuviera la posibilidad de evitar previamente el terremoto, ¿habría siquiera uno solo que dejase de hacerlo?



Sin embargo, demasiados creyentes y teólogos siguen dando por supuesto que Dios sí podría, pero que no lo hace; pero, siendo omnipotente, eso, en definitiva, significa que no quiere. Otros, menos, se atreven a decir que no puede; pero entonces ¿qué “dios” es ese, y quien podrá darnos esperanza?

Epicuro lo había preguntado hace ya muchos siglos. Y, como era de esperar, la víbora levantó la cabeza. Martín Caparrós, en El País 07/02/2010, sin aludir al famoso dilema -tal vez sin conocerlo siquiera- y refiriéndose primero al terremoto de Lisboa (1755), afirma con toda crudeza: “La existencia -la insistencia- del mal hacía que ese dios fuera un ineficiente o un vicioso: o lo hacía a voluntad y era el mayor canalla, o no podía evitarlo y era un perfecto inútil”.



Y después, dando un salto, se ensaña hablando de Haití: “Así que, a pesar del mal despendolado -a pesar de terremotos y de hambrunas, matanzas y tsunamis-, millones siguen arrodillándose ante un dios que lo hace o lo permite. Y, para más inri, lo proclaman; no deja de extrañarme. Si yo creyera que ese dios existe -si creyera que en algún lugar del infinito pulula un ente todopoderoso que no usa su todopoder para impedir estos desastres-, si yo creyera que hay un dios tan hijo de puta como para matar de un golpe a cien mil muertos de hambre, y si ese dios fuera mi dios, mi amo, intentaría protegerlo: me pasaría la vida negándolo, diciendo a todo el mundo que no hay tal cosa, que cómo se le ocurre, ¿dios?, ¿un dios?, ¿eso qué significa? Frente a desgracias como ésta, el verdadero creyente no tiene más remedio que fingirse ateo -y, quizá, viceversa. Así que hay que dudar de casi todo, como siempre”.



He dudado en reproducir un texto tan abrupto. Quiero pensar que al escribir dios con minúscula y poner el condicional -”si yo creyera que ese dios existe”- está atacando un ídolo. En todo caso, lo afirmo yo. Y, no sin lamentar esas expresiones que pueden herir tan brutalmente la fe de los creyentes, quiero tomarlas como un serio y urgente aviso para la teología.

Lo he repetido muchas veces: es preciso deshacer con rigor crítico el dilema de Epicuro, descubriendo su trampa y mostrando su falsedad. En tiempos de religiosidad común y compartida, la fe en Dios podía sostenerse apoyándose en una confianza radical que era capaz de desafiar la lógica, porque presentía que ésta tenía que cojear por algún punto. Eso ya no es posible en nuestra “era crítica”.



Debemos reconocerlo, si no por honestidad intelectual, al menos porque nos lo reprochan con argumentos contundentes: creer en un “dios” que, pudiendo, no quisiera acabar con el mal del mundo o que, queriendo, no pudiese, resulta hoy sencillamente imposible.



Por fortuna, la misma agudeza crítica de la modernidad abre el camino de la respuesta. La autonomía de las leyes que rigen el funcionamiento del mundo y las inevitables contradicciones de la finitud, hacen que el concepto (no la fantasía) de un mundo sin mal sea tan contradictoria como un círculo-cuadrado. El dilema de Epicuro tiene trampa: sustitúyase mundo-sin-mal por círculo-cuadrado y hágase la prueba; o pregúntese, como a veces hago en mis explicaciones, si Dios puede o no puede dividir en aula en tres-mitades.



No es, pues, que Dios “no quiera” o “no pueda”, sino que simplemente la pregunta carece de sentido. Dios quiere el bien, únicamente el bien, para el bien y la felicidad nos crea.

Hablemos humanamente: podría no haber creado el mundo, y sabe que, si lo crea, tendrá que ser finito (si no, se crearía a sí mismo). En consecuencia, la imperfección, la carencia, el conflicto -el mal- lo acompañarán como una sombra terrible.

Pero la experiencia religiosa más profunda ha intuido siempre que si Dios ha creado, es porque valía la pena; que Él, como Anti-mal de amor infinito, acompaña y sostiene nuestra aventura, convocándonos a colaborar con Él en el trabajo del amor y la justicia; y siempre, asegurando el sentido y abriendo la esperanza.



Contra lo que en la superficie puede parecer, nada menos “moderno” que deducir el ateísmo de la existencia del mal en el mundo. Sería desconocer la autonomía de sus leyes y la dignidad de nuestra libertad. La tontería del telepredicador Pat Robertson, aclarando que el terremoto de Haití que no tiene nada que ver con las placas tectónicas, porque es un castigo divino, ha hecho un gran favor a la inteligencia.

En el mismo periódico Galeano lo recuerda y Jared Diamond avisa -permítaseme recordarlo para que el humor dulcifique un poco el horror- que “cuando el teleevangelista Pat Robertson dice que la ira de Dios ha caído sobre ellos se olvida que es la misma que cae sobre Italia, EEUU o Japón, la misma ira que debería caer sobre él por ser tan estúpido”. Y, mantengamos el tono, también sobre nosotros, si seguimos manteniendo teologías que dan pie a tanto malentendido.



Andrés Torres Queiruga, teólogo





TESTIMONIO DE UN SACERDOTE MAYOR






Jóvenes, ¿qué está pasando?




El pasado sábado, regresando de una cena, pasé a eso de las once de la noche por una zona de la ciudad y me impresionó el mundo de jóvenes que estaba en la calle haciendo lo que suelen hacer los jóvenes a esas horas de la noche.



Esa imagen ha estado presente en mi mente a lo largo de esta semana junto a una pregunta: toda esa fuerza, toda esa energía propia de la juventud, propia de los diecisiete, dieciocho, veinte o veintitrés años ¿Dónde se está yendo? ¿Son realmente una fuerza para el bien los jóvenes de hoy o son una masa amorfa movida por las modas, los vicios y por el afán de diversión como único horizonte de su vida?



¡Qué terrible es ser joven y no estar haciendo nada, no tener en el interior ese deseo de ayudar, de construir, de sacar adelante un proyecto que realmente valga la pena, que deje huella! Hoy, por ejemplo, para muchos muchachos de preparatoria con posibilidades económicas, el horizonte de sus expectativas consiste en que papá les suelte por fin un carro y con eso estar a la altura de los demás. Conseguido esto seguirá un nuevo horizonte, pero tan intrascendente como el que se acaba de conquistar y eso aunado una flojera espantosa por hacer el bien, porque toda su vida y sus intereses gira en torno a un círculo cerrado de egoísmo materialista, individualista, y en el fondo estéril.



Una de las características de la juventud es la iniciativa, la creatividad, el empuje; a mí se me cae el alma a los pies cuando veo jóvenes aburridos de serlo, jóvenes envejecidos prematuramente, cuya vida monótona sólo es despertada y reavivada por los flashazos del fin de semana, o cuando veo a tantos jóvenes que no saben qué hacer con sus vidas, sumergidos en un absurdo sinsentido, fruto la mayoría de las veces de la flojera y de la irresponsabilidad, o peor aún, cuando los veo enrolados en la aventura de la droga, del narcotráfico o del alcohol, simplemente porque forman parte del rito de la diversión.



Hace poco un joven me comentaba que en los “antros”, una de las diversiones de la juventud actual la suelen llamar: el “embudo”. Los amigos o los que se encuentran en ese momento en la fiesta, aplican un embudo en la boca de uno de los jóvenes, el que les parece en ese momento, y la diversión consiste en echar todas las bebidas alcohólicas que se les ocurra a ese embudo, para ver qué tanto aguanta. Esa es la diversión y esas son las proezas de los jóvenes de nuestra época.



Desde hace años, el Papa Benedicto XVI, en el campo de la educación, está diciendo que nos encontramos en una situación de “emergencia educativa”. Hoy las nuevas generaciones de niños y de jóvenes no están siendo formadas en valores sólidos que les lleven a ser capaces de colaborar con los demás y de dar un sentido a la propia vida. Por el contrario, estamos ante una educación que no educa en la “dificultad” sino en la “facilidad”, una educación que genera personas frágiles y poco generosas. Nos conviene tomarnos en serio este aviso.



Desgraciadamente, vivimos en una época en que, por comodidad, por cansancio, o por indiferencia, a nadie o a muy pocos les atrae trabajar desinteresadamente con los niños, adolescentes y jóvenes; a veces ni siquiera a los padres. Un mundo divertido parece que es lo que muchos piensan que hay que construir para ellos. Un mundo que deja muchos beneficios para los bolsillos de algunos, pero que hace que los jóvenes sean afectivamente analfabetos y siempre próximos a comportamientos autodestructivos y dependientes.



Quizás sea oportuno recordar que el encuentro es más útil que el juicio; que el diálogo es más eficaz que el consejo; que la escucha es más incisiva que la crítica y que el ejemplo es más elocuente que la palabra. Estamos ante el reto de inaugurar una nueva etapa en las relaciones con las nuevas generaciones; no hacerlo podría significar una gravísima responsabilidad.

ACOMPAÑAR EN EL DUELO: SIGNO DE LA PRESENCIA DE DIOS QUE ACOMPAÑA ENTRAÑABLEMENTE A SU PUEBLO




Aquí os ofrezco estas reflexiones y pautas para que acompañemos mejor en el duelo y para que la relación de acompañamiento de nuestros hermanos que se encuentren en una situación  de duelo, sea, en verdad, de ayuda. Así se mostrará de verdad el amor de Dios que quiere hacerse presente a través de nuestros desvelos por los que más están sufriendo a causa de la enfermedad o la pérdida de un ser querido.


¿ QUÉ ENTENDEMOS POR DUELO?

No lo entendemos en el sentido que solemos darle: acompañar a una familia cuando tienen al difunto de cuerpo presente.



DUELO es esa experiencia de dolor, lástima, aflicción o resentimiento que se manifiesta de diferentes maneras con ocasión de la pérdida de algo o alguien muy querido.

Hay pérdidas que dan tiempo de preparar el duelo y hay otras que se nos imponen repentinamente. Hay pérdidas que se viven sanamente y otras que nos enferman y nos hunden. Y, además, cada persona es distinta y vive de una manera diferente las mismas situaciones. No es lo mismo la pérdida después de una larga enfermedad, la de un accidente, la de un adulto o un niño, un suicidio etc. Cada una tiene connotaciones diferentes.



Hay una relación muy directa entre duelo y amor. Nos dolemos porque amamos. Cuando alguien a quien amo muere, podemos decir que SE-ME-MUERE. O lo que es lo mismo, en su muerte, yo me muero un poco. Podríamos decir que el

duelo es el precio que pagamos por el amor.



Cuando alguien va a morir o cuando alguien se me muere hay que hacer un PROCESO para "encajar sanamente el golpe" o para RE-SITUAR a la persona que ha muerto en mi vida de una manera sana en paz. Esto es lo que se llama PROCESO DEL DUELO. Es como un túnel que hay que atravesar porque sólo al otro lado está la luz y la paz. Es un

camino difícil y doloroso, pero un camino que hay que recorrer para que la herida sane. No existe el duelo sin dolor y no hay dolor que se desahogue sin lágrimas.





ETAPAS O FASES DEL DUELO (momentos diferentes en el paso del túnel)



1.-Etapa de negación ("esto no puede ser verdad " , "esto no me puede estar pasando a mí")



2.--Etapa de ira (me está pasando, no lo puedo negar, pero siento rabia por esto. Rabia contra Dios, contra la vida...)



3.-Etapa de culpa ("Si hubiera hecho tal cosa", "si no hubiera hecho dejado de... no hubiera sucedido")



4.-Etapa de negociación (Negociación con Dios o con la vida para que esto se resuelva, promesas a cambio de...)



5.--Etapa de desolación o depresión (hundimiento porque esto ha sucedido y no hay marcha atrás)



6. Etapa de aceptación (se asume la pérdida en paz).



De una manera o de otra, con unos matices u otros las personas que han tenido una pérdida tienen que pasar por todas las etapas del duelo.







PRINCIPIO FUNDAMENTAL:

La persona que vive su momento de duelo es una persona rota, herida, hundida. Lo que siente es desolación, angustia, sin sentido etc. Quien le quiere acompañar, tiene que "ACOMPAÑARLA EN EL SENTIMIENTO". Es la persona la que tiene que expresar sus sentimientos, sus dudas, sus miedos. sus rabias.



NUNCA, EN EL DOLOR POR LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO, ALCANZARÁ NINGÚN RAZONAMIENTO. NI NINGUNA FRASE.



Si este principio se asume con todas las consecuencias nos ayudará a ser buenos acompañantes y nos evitará muchos errores y esfuerzos inútiles en el deseo de ayudar.





ACTITUDES A DESAPRENDER



Cuando estamos con una persona rota en su corazón, intentamos siempre echar mano de los argumentos que siempre se han usado, de los razonamientos que habitualmente se dan y de las frases hechas, que nos parece valen para todo y para todos. Esto no sirve, no ayuda, porque la persona lo que tiene es sobre todo una herida en el corazón y necesita más compañía que razones que justifiquen el dolor y la muerte. Pregúntale: "¿En qué puedo ayudarte?"

.

Por eso hay que desaprender muchas cosas aprendidas en este terreno:

--No digas que lo comprendes, si no has pasado por una situación similar.

--No hagas lo que hacen los demás por costumbre.

--Ayuda sólo hasta que tu corazón te lo pida. Nunca hagas lo que no quieras hacer,

resultaría falso.

--No intentes buscar una justificación a la muerte.

--No te empeñes en animar o tranquilizar. Posiblemente lo que el otro necesita es que lo escuchen.

--No le quites importancia a lo sucedido hablándole de lo que todavía le queda.

--Evita las frases hechas:

+ "Tienes que olvidar..."

+ "Fue mejor así..."

+ "Dejó de sufrir..."

+ "El tiempo todo lo cura..."

+'Mantente fuerte por los niños... "

+ "Es la voluntad de Dios.. "

+ "Es ley de vida..."

+"Podría haber sido peor... ",

+ "Con Todo lo que tú has pasado, podrás también con esto... "

"Otros están peor... " etc. etc. etc., porque hay muchas más".



MIEDOS MÁS COMUNES ANTE LA MUERTE PREVISTA DE UN SER OUERIDO.



--A que su ser querido sufra.

--A que no reciba la atención adecuada en el momento preciso.

--A que el ser querido descubra su situación real y tener que hablar con él de su gravedad o de la muerte. (el enfermo lo sabe, la familia también, pero no hablan, engañan. En ese momento tan importante, habría que facilitar la comunicación hasta el extremo, aunque se sufra).

--A estar solo con él o a no estar en el momento de la muerte.



MIEDOS MÁS COMUNES DEL ENFERMO ANTE SU PROPIA MUERTE .



--Miedo a lo desconocido, a qué hay después.

--Miedo a la soledad y a la angustia.

--Miedo a la pérdida del cuerpo y todo lo que eso significa.

--Miedo al dolor y el sufrimiento.

--Miedo a dejar de ser él mismo o a no poder relacionarse con los que ama.

--Miedo a perder la autonomía, no poder comer, asearse...





AYUDA QUE HABRÍA QUE FACILITAR A LA FAMILIA DEL ENFERMO.



--Ayudarles a aliviar el sufrimiento del enfermo.

--Acompañarles en el proceso de duelo que están viviendo ante la enfermedad y la muerte.

--Acercarles al enfermo para que compartan sus sentimientos.

--Ayudarles a conservar la esperanza y ofrecerles apoyo espiritual y sacramental de su Iglesia.



AYUDA QUE HABRÍA QUE OFRECER AL ENFERMO ANTE SU MUERTE PREVISTA.



--Acompañar al enfermo en su propio proceso de duelo. Es muy difícil hacer este acompañamiento, pero sí habría que tener claro que siempre es mejor asumir la propia muerte, decir lo que hay que decir y compartir tantos sentimientos,

que morir sin darse cuenta. Eso sí, hay que reconocer que todos somos distintos, también en esto de llegar a encajar la propia muerte.



--Promover, por todos los medios, la autonomía y dignidad del enfermo. No hacerle nunca, para que no se esfuerce, lo que él puede hacer. Se sentirá inútil.



--Crear en tomo a él una atmósfera de respeto, confort y comunicación.

METAS A CONSEGUIR AL ACOMPAÑAR EN EL DUELO A ALGUIEN

--Aceptar la pérdida, o la inminencia de la misma, porque es real. Es incómodo y doloroso estar junto a quien elabora su duelo sabiendo que no se puede hacer nada por restituirle lo perdido.



--Tampoco se puede ignorar los sentimientos de dolor, confusión, vacío, soledad que hay en el corazón. Por eso, LA MEJOR AYUDA es facilitar la identificación de los sentimientos y FAVORECER SU EXPRESIÓN.



--Hay que autorizar la tristeza, la rabia... Tenemos derecho a hundirnos, y a que no se nos juzgue por ello.



--Lo nuestro es DAR APOYO incondicional y continuo.

--Sugerir ayuda profesional, cuando sea necesario. Hay gente que sabe ayudar.

--Lo nuestro, fundamentalmente, es ESCUCHAR, DEJAR DESAHOGARSE, ESCUCHAR.



LAS MEJORES HERRAMIENTAS PARA ACOMPAÑAR EN EL DUELO.



¿Por qué es tan difícil acompañar en el duelo? Sobre todo porque no sabemos qué decir (y no hay que decir nada, hay que acoger y escuchar), porque no sabemos qué hacer (no se puede restituir la pérdida que es lo que está produciendo el sufrimiento). También el duelo de los otros nos ponen ante nuestros propios duelos y ante nuestra propia muerte. También hay muerte en los supervivientes.



1.--LAS LÁGRIMAS : Es una reacción natural a la pérdida. Unos lloran abiertamente, otros sólo se lo permiten en la soledad. Llorar es saludable (por eso, hay que dejar llorar o invitar a hacerlo, aunque cueste estar en silencio junto al

que llora). Llorar relaja, desahoga al que llora y humaniza a quien es capaz de acoger el llanto de otro. Ser pañuelo para los otros es una gran ayuda. Y no te reprimas. Si lo sientes, llora con la persona.



2.--EL CONTACTO Y EL ABRAZO QUE CONSUELAN: El contacto físico tiene mucho poder. Tocarse puede ser comunicarse afecto íntimo, puede ser acoger la vida dolorida del otro que se me hace próxima. El que abraza acoge la vida del otro y entrega la suya, sale de sí y es recibido por el otro. Apretarse las manos, acariciar, es una experiencia que levanta el ánimo, reconstruye a la persona, sobre todo si en las manos está el corazón. Siente al otro si quiere ese contacto. Si no es así, acompaña en la cercanía y respeta los límites.



3.-LA ESCUCHA QUE SANA:

Insistimos que es una de las tareas fundamentales de quien quiere ayudar en estas circunstancias, porque el otro necesita sobre todo desahogar. Escuchar significa entregar el interés sincero por todo el mundo del otro. Cuando escuchamos corremos el riesgo de cargar con el peso del dolor ajeno y de descubrirnos débiles por no saber qué decir ni qué hacer. Pero tiene de ayuda que el otro nos descubrirá, como él, heridos y desarmados. Lo estamos acompañando en el sentimiento.



4.-EL VALOR CURATIVO DEL RECUERDO: El recuerdo es lo que queda de todo lo que fue y ya no es. El recuerdo puede cubrir el vacío generado por la pérdida. Invitar a olvidar, en la elaboración del duelo, no es lo más adecuado. Se ha de conseguir llegar a mantener vivos los recuerdos y vivirlos en paz y agradecimiento por tanto bueno. Si no se llegara a encajar los recuerdos así, podría ser necesaria la ayuda de un profesional.



5.-EL VALOR CURATIVO DE LOS RITOS Y DE LA FE : Los ritos pueden salir al paso de verdaderas necesidades. Si no están deshumanizados, contribuyen a vivir el paso, a adaptarse a la pérdida, a socializar sanamente lo que realmente es un acto social: la muerte de un ser querido. Los rito son el soporte de la comunidad a sus miembros más heridos. El toque de las campanas, el acompañamiento en la casa, la liturgia desde la fe son elementos que pueden realmente expresar el acompañamiento en los sentimientos y en el vacío que produce la pérdida.

La fe no es una anestesia para los momentos malos. También Jesús manifestó su humanidad en el terror vivido en Getsemaní. El sufrimiento y el miedo están ahí. La clave es poder compartirlos con el Padre y con los demás y aprender juntos a seguir creyendo y confiando.



CÓMO VIVIÓ JESUS SU PROPIO DUELO ANTE SU MUERTE .



Jesús no nos dio claves para vivir el duelo, pero, mirando a la Última Cena se ve un sano modo de vivir el duelo por la tragedia que se le viene encima:



*Recapitula su vida y su significado. Y se ve a sí mismo como aquél que ha amado. Por eso puede decir "ámaos como yo os he amado " . Este es su testamento.



*Encuentra sentido a su muerte inminente. Cuando coge el pan y lo parte y lo reparte nos está diciendo que El entrega la vida, que, si lo matan, es porque antes ha ofrecido la vida. Dice Jesús en el evangelio de San Juan: "Nadie me quita la vida, soy yo el que la da". Morir sabiendo que la muerte tiene sentido, que es un bien que hace a la humanidad, es una forma sublime de encontrar sentido al momento.



*Y hace una invitación a que lo recuerden así, dándose: "Haced esto en memoria mía".



PAUTAS PARA ACOMPAÑAR A LOS NIÑOS ENSU PROCESO DE DUELO



También los niños, a su manera, pero no de tina forma menos dramática, tienen que hacer el proceso de duelo, orque también a su alrededor sucede la muerte de familiares, amigos etc.



Las pautas a seguir pueden ser éstas:

--Explícale, en pocas palabras, por qué ha muerto

--A partir de los seis años, permítele, si lo desea, asistir al funeral.

--Pero dile previamente lo que se va a encontrar.

--Explícale que tiene derecho a sentir lo que siente.

--Explícale que la muerte es un suceso natural.

--Déjale bien claro que la persona muerta no siente como sentía antes.

--No le alejes del ambiente familiar, pues el ambiente donde se siente querido y seguro.

--Acompáñale mientras llora.

--Dedícale un rato cada día, para que tenga oportunidad de expresar lo que siente y rodearlo de afecto.

--Sugiérele la posibilidad de escribir una carta al difunto para despedirse.

--Anímale a que hable de la persona fallecida.

--Ayúdale a hacer una caja de recuerdos.

--Notifica la muerte al colegio, por si observan alguna reacción extraña.



EL NIÑO NECESITA UN ESPECIALISTA, CUANDO:



--Llora largos periodos de tiempo sin causa justificada.

--Tiene rabietas frecuentes y prolongadas.

--Hay cambios importantes en su rendimiento escolar.

--Se aleja de sus amigos o personas queridas.

-Tiene pesadillas y problemas para dormir.

--Se queja de dolores de cabeza

--Pierde el apetito.

--Evita hablar de la persona fallecida.



CARACTERÍSTICAS DEL DUELO PATOLÓGICO:



Nunca empieza el proceso del duelo. No saldrá a la luz, porque nunca entra en el camino.



Se detiene en alguna de las etapas.



Se atasca intentando evitar una etapa.






martes, 16 de febrero de 2010

DENTRO DE MUY POCO... CAMPAÑA DEL SEMINARIO: "EL SACERDOTE, TESTIGO DE LA MISERICORDIA DE DIOS"




DÍA DEL SEMINARIO 2010:
"EL SACERDOTE,
TESTIGO
DE LA MISERICORDIA DE DIOS"


El lema que titula la celebración del Día del Seminario para este año, «El sacerdote, testigo de la misericordia de Dios», también debe ayudarnos a tomar conciencia de aquellos rasgos que son propios de los sacerdotes y que han de ser los que un joven seminarista desee y anhele para su futuro comportamiento pastoral en la Iglesia y en la sociedad.

El tema de la misericordia vivida y testimoniada por el sacerdote se centra en una dimensión primordial y capital de su vocación concreta: la relación con Cristo pastor misericordioso. También esta relación debe ir creciendo gradual y paulatinamente durante los años de formación en el seminario.

Actualmente, seminaristas y sacerdotes son un haz de relaciones que modelan su forma de ser y espiritualidad. Llamados a la triple condición teológica (servidores de la Palabra, de la liturgia y de la comunidad), igualmente su formación reclama actitudes personales y espirituales coherentes con estas funciones que se darán en su ministerio. Por tanto, es el seminario el lugar más propio y único para iniciar a los candidatos al sacerdocio en las virtudes sacerdotales: la fe, la esperanza, la caridad pastoral, la vida orante, el celibato, la pobreza, la disponibilidad obediente, la formación teológica, la fraternidad presbiteral... ¡y las actitudes de misericordia!

Ante un panorama tan amplio, vamos a fijarnos en el tema de la misericordia como trabajo propio para esta campaña o jornada anual del Día del Seminario.

OS PIDO, DE CORAZON, QUE INTRODUZCÁIS EN VUESTRAS VIDAS DE ORACIÓN A CADA UNO DE LOS ROSTROS QUE EN LA ACTUALIDAD NOS ESTAMOS FORMANDO EN NUESTRO SEMINARIO DE OVIEDO. SOMOS DIECISÉIS ROSTROS CONCRETOS - SEMINARISTAS MAYORES Y MENORES -, DIECISÉIS CHAVALES QUE INTENTAMOS, CON LA AYUDA DE LA GRACIA, DECIR "SÍ" A DIOS CADA DÍA PARA QUE NUESTRO CORAZÓN SE VAYA CONFIGURANDO CON LAS MEDIDAS, LA ANCHURA Y LA PROFUNDIDAD DEL CORAZON DE CRISTO. OFRECED TAMBIÉN A TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE ESTÁN ENCARGADAS DE NUESTRA FORMACIÓN. QUE ELLAS, DÓCILES AL ESPÍRITU SANTO, NOS VAYAN GUIANDO POR LAS SENDAS DE LA FE, DE LA ESPERANZA Y DE LA CARIDAD, Y SOBRE TODO, QUE CON SU TESTIMONIO DE VIDA EN FIDELIDAD AL SEÑOR, SEAN REFLEJO DEL ÚNICO MODELO SACERDOTAL DEL REBAÑO: JESUCRISTO.

A TODOS LOS QUE PODÁIS DECIDLES QUE RECEN POR LAS VOCACIONES SACERDOTALES Y POR LOS SACERDOTES. HAGAMOS UNA CADENA DE ORACIÓN. TODOS SOMOS NECESARIOS, TODOS NECESITAMOS DE TODOS PARA LA SANTIFICACION PERSONAL DE NUESTRA VIDA.

KIKE.

MENSAJE DEL SANTO PADRE EN LA JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO




MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI

PARA LA XVIII JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO




Queridos hermanos y hermanas:



El próximo 11 de febrero, memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes, se celebrará en la basílica vaticana la XVIII Jornada mundial del enfermo. La feliz coincidencia con el 25° aniversario de la institución del Consejo pontificio para la pastoral de los agentes sanitarios constituye un motivo más para agradecer a Dios el camino recorrido hasta ahora en el sector de la pastoral de la salud. Deseo de corazón que ese aniversario sea ocasión para un celo apostólico más generoso al servicio de los enfermos y de quienes cuidan de ellos.



Cada año, con la Jornada mundial del enfermo, la Iglesia quiere sensibilizar a toda la comunidad eclesial sobre la importancia del servicio pastoral en el vasto mundo de la salud, un servicio que es parte integrante de su misión, ya que se inscribe en el surco de la misma misión salvífica de Cristo. Él, Médico divino, "pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo" (Hch 10, 38). En el misterio de su pasión, muerte y resurrección, el sufrimiento humano encuentra sentido y la plenitud de la luz. En la carta apostólica Salvifici doloris, el siervo de Dios Juan Pablo II tiene palabras iluminadoras al respecto: "El sufrimiento humano —escribió— ha alcanzado su culmen en la pasión de Cristo. Y a la vez ha entrado en una dimensión completamente nueva y en un orden nuevo: ha sido unido al amor (...), a aquel amor que crea el bien, sacándolo incluso del mal, sacándolo por medio del sufrimiento, así como el bien supremo de la redención del mundo ha sido sacado de la cruz de Cristo, y de ella toma constantemente su origen. La cruz de Cristo se ha convertido en una fuente de la que brotan ríos de agua viva" (n. 18).



El Señor Jesús en la última Cena, antes de volver al Padre, se inclinó para lavar los pies a los Apóstoles, anticipando el acto supremo de amor de la cruz. Con ese gesto invitó a sus discípulos a entrar en su misma lógica, la del amor que se da especialmente a los más pequeños y a los necesitados (cf. Jn 13, 12-17). Siguiendo su ejemplo, todo cristiano está llamado a revivir, en contextos distintos y siempre nuevos, la parábola del buen Samaritano, el cual, pasando al lado de un hombre al que los ladrones dejaron medio muerto al borde del camino, "al verlo tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva"" (Lc 10, 33-35).



Al final de la parábola, Jesús dice: "Ve y haz tú lo mismo" (Lc 10, 37). Con estas palabras se dirige también a nosotros. Nos exhorta a inclinarnos sobre las heridas del cuerpo y del espíritu de tantos hermanos y hermanas nuestros que encontramos por los caminos del mundo; nos ayuda a comprender que, con la gracia de Dios acogida y vivida en la vida de cada día, la experiencia de la enfermedad y del sufrimiento puede llegar a ser escuela de esperanza. En verdad, como afirmé en la encíclica Spe salvi, "lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que sufrió con amor infinito" (n. 37).



Ya el concilio ecuménico Vaticano II recordaba la importante tarea de la Iglesia de ocuparse del sufrimiento humano. En la constitución dogmática Lumen gentium leemos que como "Cristo fue enviado por el Padre "para anunciar a los pobres la Buena Nueva, para sanar a los de corazón destrozado" (Lc 4, 18), "a buscar y salvar lo que estaba perdido" (Lc 19, 10); de manera semejante la Iglesia abraza con amor a todos los afligidos por la debilidad humana; más aún, reconoce en los pobres y en los que sufren la imagen de su fundador, pobre y sufriente, se preocupa de aliviar sus necesidades y pretende servir en ellos a Cristo" (n. 8).



Esta acción humanitaria y espiritual de la comunidad eclesial en favor de los enfermos y los que sufren a lo largo de los siglos se ha expresado en múltiples formas y estructuras sanitarias también de carácter institucional. Quisiera recordar aquí las gestionadas directamente por las diócesis y las que han nacido de la generosidad de varios institutos religiosos. Se trata de un valioso "patrimonio" que responde al hecho de que "el amor necesita también una organización, como presupuesto para un servicio comunitario ordenado" (Deus caritas est, 20). La creación del Consejo pontificio para la pastoral de los agentes sanitarios, hace veinticinco años, forma parte de esa solicitud eclesial por el mundo de la salud. Y debo añadir que, en el actual momento histórico-cultural, se siente todavía más la exigencia de una presencia eclesial atenta y generalizada al lado de los enfermos, así como de una presencia en la sociedad capaz de transmitir de manera eficaz los valores evangélicos para la defensa de la vida humana en todas sus fases, desde su concepción hasta su fin natural.



Quisiera retomar aquí el Mensaje a los pobres, a los enfermos y a todos los que sufren, que los padres conciliares dirigieron al mundo al final del concilio ecuménico Vaticano II: "Vosotros que sentís más el peso de la cruz —dijeron— (...), vosotros que lloráis (...), vosotros los desconocidos del dolor, tened ánimo: vosotros sois los preferidos del reino de Dios, el reino de la esperanza, de la bondad y de la vida; vosotros sois los hermanos de Cristo sufriente y con él, si queréis, salváis al mundo" (Concilio Vaticano II. Constituciones. Decretos. Declaraciones. BAC, Madrid 1966, p. 845). Agradezco de corazón a las personas que cada día "realizan un servicio para con los que están enfermos y los que sufren", haciendo que "el apostolado de la misericordia de Dios, al que se dedican, responda cada vez mejor a las nuevas exigencias" (Juan Pablo II, constitución apostólica Pastor bonus, art. 152).



En este Año sacerdotal mi pensamiento se dirige en particular a vosotros, queridos sacerdotes, "ministros de los enfermos", signo e instrumento de la compasión de Cristo, que debe llegar a todo hombre marcado por el sufrimiento. Os invito, queridos presbíteros, a no escatimar esfuerzos para prestarles asistencia y consuelo. El tiempo transcurrido al lado de quien se encuentra en la prueba es fecundo en gracia para todas las demás dimensiones de la pastoral. Me dirijo por último a vosotros, queridos enfermos, y os pido que recéis y ofrezcáis vuestros sufrimientos por los sacerdotes, para que puedan mantenerse fieles a su vocación y su ministerio sea rico en frutos espirituales, para el bien de toda la Iglesia.



Con estos sentimientos, imploro para los enfermos, así como para los que los asisten, la protección maternal de María, Salus infirmorum, y a todos imparto de corazón la bendición apostólica.



Vaticano, 22 de noviembre de 2009, solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo.







BENEDICTUS PP. XVI